Extraña
es nuestra situación aquí en la vida pues nuestro paso por ella es como una
visita, sin saber por qué; sin embargo, tal parece que tiene designio Divino.
Desde
el punto de vista del diario vivir, hay
algo más que sabemos: ese HOMBRE está
aquí para el bien de otro HOMBRE… sobre todo,
para aquellos a quienes su sonrisa y bienestar es nuestra propia
felicidad y, también, para incontables almas desconocidas, cuyo destino está
relacionado con nosotros por un lazo de simpatía.
Muchas
veces, durante el día, comprendo que mi vida externa e interna está
estructurada y depende del trabajo de mis congéneres, algunos ya muertos, y
otros aún viviendo; y cuan ardiente debo
esforzarme en SERVIR y DAR, en pago de lo mucho que he recibido.
Anónimo
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