¿No tiene usted ganas de
sonreír? Bien, ¿qué hacer? Dos cosas.
Primero esforzarse en sonreír. Si
está solo, silbe o tararee o cante.
Proceda como si fuera feliz.
Veamos la forma en que lo dijo el extinto profesor William James:
“ La acción parece seguir
al sentimiento, pero en realidad la acción y el sentimiento van juntos; y si se regula la acción, que está bajo el
control más directo de la voluntad, podemos regular el sentimiento, que no lo
está”.
“ De tal manera el camino
voluntario y soberano hacia la alegría si perdemos dicha alegría, consiste en
proceder con alegría, actuar y hablar con alegría, como si esa alegría
estuviera ya con nosotros…”
Todo el mundo busca la felicidad y hay un medio seguro para
encontrarla. Consiste en controlar
nuestros pensamientos. La felicidad no
depende de condiciones externas, depende de condiciones internas.
No es lo que tenemos o lo que somos o donde estamos o lo que
realizamos, nada de eso, lo que nos hace felices o desgraciados. Es lo que pensamos acerca de todo ello. Por ejemplo, dos personas pueden estar en el
mismo sitio, haciendo lo mismo; ambas
pueden tener sumas iguales en dinero y en prestigio, y sin embargo una es feliz
y la otra no.
Anónimo
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